“…Otras dificultades son, la fusión de los criterios diagnósticos de dependencia y abuso de sustancias y la eliminación del criterio de exclusión de duelo para el diagnóstico de trastorno depresivo mayor, la ampliación de los criterios diagnósticos del trastorno explosivo intermitente, incluyendo ahora demostraciones de rabia verbales o agresiones físicas a objetos que no generan daño, reducción del umbral para el diagnóstico de TDAH para facilitar el diagnóstico de esta condición en adultos, aumentando la edad en que se debían observar sus manifestaciones iniciales a 12 años y disminuyendo el número de síntomas exigidos (Cova et al, 2017;Echeburúa, Salaberría, Cruz-Sáez, 2014). La reducción del umbral para el diagnóstico de trastorno bipolar tipo II, y la incorporación de nuevas categorías dudosas como el trastorno neurocognitivo leve, de los trastornos de desregulación anímica, el trastorno de atracón y del trastorno de acumulación, y de diversos trastornos bajo la etiqueta de "otros trastornos no especificados" (Cova et al, 2017).…”