“…Esta prueba diagnóstica tiene una elevada sensibilidad (99%) y especificidad (100%)(Ovalle et al, 2000).La presencia de esta enfermedad se ve favorecida por una gamma de factores. Entre estos, la crianza extensiva y el estrés en el manejo durante las faenas de campo como esquila y dosificaciones que conllevan a un estado de inmunosupresión (Leguía y Casas, 1999; Tizard, 2009), así como la interrelación de hospederos definitivos (félidos silvestres) y hospederos intermediarios (ovinos y camélidos sudamericanos, entre otros) propios de la zona que favorecen el desarrollo del ciclo de vida de T. gondii(Poma et al, 2008; Dubey, 2010).Otros factores que condicionarían la presencia de T. gondii serían la temperatura y la humedad(Ramírez et al, 2005), que permiten que el ooquiste infectivo perdure en el medio ambiente(Poma et al, 2008); así como la altitud de la zona alpaquera (4200 msnm), toda vez que se han demostrado seroprevalencias menores frente a este parásito en altitudes superiores a los 4000 metros de altitud(Gómez et al, 2003). Por otro lado, la distancia entre las zonas de pastoreo y los centros poblados puede influir de forma distinta en la presentación del parásito.…”