RESUMENLas representaciones pictóricas de Tebaidas fueron comunes en la Edad Moderna. Sin embargo, apenas se conocen imágenes que muestren actividad eremítica con monjes de diversa procedencia y con distintos hábitos. De ahí la importancia del cuadro analizado del siglo XVIII, que plasma formas de religiosidad, vinculadas a la vida rupestre, de larga tradición en el paraje mostrado de La Luz en Murcia. Se estudia el locus amoenus pintado, que se inspira en un lugar simbólico y en un entorno real, con las cuevas que habitaron anacoretas, cuyas prácticas fueron reglamentadas por el prelado de la Diócesis de Cartagena, como prueban una inscripción y datos de archivo. Se aborda la singularidad del lienzo, relacionándolo con fuentes documentales y literarias alusivas al tema.PALABRAS CLAVE Tebaida; imágenes de eremitas; vida anacorética; Barroco.