“…Así, incluso a la cabeza del nuevo gobierno marroquí, el discurso político del PJD claramente muestra que la monarquía no es su "otro dialéctico", de lo contrario nunca habrían llegado al gobierno. Por lo tanto, no hay ninguna lucha por la legitimidad religiosa entre ellos (Macías, 2015: 338 y 339) como si plantean, desde la oposición no institucional, los islamistas radicales (y no violentos) de al-Adl wa-l-Ihsane 39 (Casani, 2017y 2018y Macías 2006y 2015.…”