“…La dialéctica fichteana puede ser definida en pocas palabras como una dialéctica aniquiladora o, siguiendo a Hegel, como una furia destructiva. 40 En su análisis de la voluntad en el momento de su indeterminidad pura Hegel sostiene que la voluntad sabe de sí, conoce su verdad, sólo en el acto de destruir y toda producción está desde el inicio condenada a su auto-aniquilación. Cada creación no es sino un nuevo obstáculo destinado a ser superado, no en términos hegelianos, por cierto.…”