Introducción: El médico clínico debe conocer cómo se deben describir las lesiones y el médico forense, adscrito a la Agencia del Ministerio Público (MP), además, debe saber estructurar el certificado-dictamen de lesiones, aplicando sus conocimientos a través del método científico en el examen de personas (denunciantes e imputados) acorde con la forma que se hace en los procedimientos médico-forense y médico-clínico (con base en la propedéutica y la semiología). Su empleo le permitirá identificar, describir, interpretar, diagnosticar y emitir sus conclusiones sobre las lesiones percibidas y en la estructuración del certificado-dictamen. Tales capacidades son fundamentales en el trabajo de cualquier médico forense, no obstante, se dan los casos en los que los certificados-dictámenes se realizan de forma incompleta e inadecuada, por lo que resulta indispensable hacer una revisión de estos procedimientos. Los certificados-dictámenes constituyen una prueba determinante durante las etapas del proceso penal en la investigación de delitos de lesiones; es por ello que la elaboración deficiente de tales certificados-dictámenes puede conllevar tanto a imprecisiones durante la investigación como al descrédito del perito médico forense, así como perjudicar gravemente la interpretación jurídica de las lesiones y, por ende, a los involucrados. Conclusión: Una de las controversias provocadas por la evidencia médico-forense sobre las lesiones que presenten las personas involucradas en un juicio es su descripción inapropiada, inexacta o que el diagnóstico esté basado en síntomas sin sustento clínico ni apoyado en estudios de laboratorio y gabinete, lo que origina que las conclusiones de peritos y autoridades investigadoras resulten equivocadas al momento de emitir sus dictámenes o resoluciones, respectivamente, afectando con ello la impartición de justicia.