IntroducciónToda economía es en parte una economía del conocimiento ya que no puede haber actividad económica sin conocimiento. Sin embargo, en el momento en que una sociedad, un sector o una actividad dependen intensamente de actividades basadas en el conocimiento y este se considera como un bien principal objeto del mercado es cuando esta clase de economías adquieren identidad.En la primera mitad del siglo xx las teorías de Joseph Schumpeter destacaron que la innovación y el conocimiento son necesarios para el desarrollo económico y el crecimiento de las sociedades (Schumpeter, 1934). En la segunda mitad del siglo xx, Peter Drucker añadió que la inversión en conocimiento e innovación es un factor principal en la competitividad de los diferentes países y organizaciones, creando economías y sociedades del conocimiento (Drucker, 1969).En las décadas recientes el conocimiento se ha considerado la fuente productiva más importante en el desarrollo económico, y juega un papel decisivo en la creación de eficiencia y prosperidad. Esta percepción es cada vez mayor en el escenario actual de la globalización, y su intensidad se refleja claramente en las empresas exclusivamente basadas en el conocimiento y su impacto en la economía (Č ihovská y Hvizdová, 2011). Por ejemplo, la industria del software en Estados Unidos genera alrededor de un trillón de dólares al año, alrededor de 10 millones de empleos, el promedio del salario en la industria dobla el salario promedio de todas las otras ocupaciones y se invierten alrededor de 52 billones de dólares al año en Investigación y Desarrollo (bsa, 2016).