“…El cuestionamiento se desprende a los múltiples escándalos de corrupción, altas tasas de desempleo, cambio climático, problemas medioambientales, etcétera, lo que ha llevado a agudizar la atribución de responsabilidad de los tomadores de decisiones de la empresa en relación con las generaciones futuras y el deterioro del planeta. Otro factor refiere a las consecuencias morales y económicas de los procesos de desregulación por las políticas neoliberales de los años ochenta, a partir del capital financiero volátil, especulativo y poco regulado, auge de la corrupción, transacciones ilícitas, etcétera; que han dejado a su paso problemas económicos como bajo crecimiento económico, inflación, deuda, baja productividad, e incremento de la competencia internacional (Montaño, 2015).…”