“…Por este preciso motivo exponer la gramática de forma descontextualizada y sin cohesionar, únicamente orientada a las formas lingüísticas del lenguaje (Jiménez, 2011), es un error, pues no suscita un aprendizaje significativo en el alumnado. Con el fin de mejorar esta situación sustancialmente, habría que abogar por una metodología "eminentemente práctica" (Mantecón, 1988) y, añadiría, contextualizada, es decir, con referentes comunicativos reales. Para conseguir este último objetivo la lingüística del texto se erige como una disciplina vital, debido a que mediante su aplicación se pueden presentar a los educandos los niveles pragmáticos, morfológicos y sintácticos del texto objeto de estudio, y, además, la ortografía, los elementos gramaticales y las propiedades textuales que lo componen, entre otros (Romero, 2008).…”