“…Representa una de las principales causas de mortalidad y discapacidad infantil con una incidencia de 1 a 6/1000 nacimientos en países desarrollados y aumentando hasta en 40/1000 nacidos vivos en países de recursos limitados (Ritovska et al, 2022;Variane et al, 2023). La hipotermia terapéutica (HT) es considerada como un estándar de neuro protección efectiva cuando se inicia dentro de las primeras seis horas posteriores a la agresión por hipoxia (periodo de ventana terapéutica) en niños con EHI moderada a grave, reduciendo el riesgo de muerte o discapacidad mayor, al permitir reducir el daño, favoreciendo la reorganización cerebral y con ello un mejor pronóstico del neuro desarrollo (Brossard-Racine et al, 2023;Edwards et al, 2010;Fasce et al, 2021;Garfinkle et al, 2013;Groenendaal et al, 2013;Juul et al, 2023;Lemyre & Chau, 2018;Martínez-Hernández et al, 2020;Mathew et al, 2022;Medina-Alva et al, 2015;Packer et al, 2022;Simbruner et al, 2010;Variane et al, 2023;Vega-Del-Val et al, 2021;Zhou et al, 2010;Zubcevic et al, 2015). En la literatura se ha propuesto que entre los mecanismos por los cuales la HT (enfriamiento del cuerpo o sólo la cabeza del recién nacido) proporciona neuro protección se encuentran: la inhibición de la liberación de radicales libres, glutamato y de la actividad citotóxica de los aminoácidos; disminución de la tasa metabólica de oxígeno y consumo de energía del tejido cerebral; reducción de la respuesta inflamatoria; disminución del daño a la barrera hematoencefálica, acidosis y edema cerebral; promoción de la síntesis de proteínas, entre otros (Andrade, 2023;Walas et al, 2020;Wang et al, 2019).…”