“…Además, en la concepción de los estudiantes respecto de su inteligencia influyen las prácticas de retroalimentación y la mentalidad de los adultos (Dweck, 2008;Gunderson et al, 2018), destacándose las interacciones del alumno con los docentes (Canning et al, 2019;Dweck, 2008;Shoshani, 2021) y con sus compañeros (King, 2019;Zhang et al, 2020), así como la postura del contexto familiar sobre el fracaso (Haimovitz & Dweck, 2016;Stern & Hertel, 2020). Al respecto, Hu et al (2022) resaltan la importancia de que los maestros y profesores proporcionen una retroalimentación constructiva que haga hincapié en las medidas específicas que los estudiantes deben tomar para lograr el resultado deseado, destacando la función constructiva de los fracasos, en vez de rechazarlos como una indicación de incompetencia. A su vez, Gunderson et al (2018) encontraron que elogiar el esfuerzo, la perseverancia y las estrategias empleadas, por parte de los cuidadores hacia los niños durante los años preescolares, predice las creencias de estos últimos acerca de la inteligencia y su maleabilidad, lo cual, a su vez, influye posteriormente en su ren-…”