“…El Prácticum es, sin lugar a duda, un eje central en la formación de cualquier profesional. Cuando consideramos la de los profesionales de la educación y, más concretamente, la del profesorado, se constata como el elemento que centra, en mayor medida, la atención de la investigación, siendo diversos los argumentos que apoyan este interés: su capacidad para establecer nexos entre teorías y prácticas concretas, promoviendo la necesaria reflexión (Elliot, 2015;Montero, 2018;Lazarová & Pol, 2019;Peinado & Abril, 2016;Stenberg, Rajala & Hilppo, 2016); su influencia en el desarrollo de la identidad profesional (García- Vargas, Martín-Cuadrado & González Fernández, 2018;Girvan, Conneely & Tangney, 2016); el constituirse en escenario privilegiado para que el futuro docente pueda testar su capacidad de transformar la información en conocimiento (Pérez Aldeguer, 2012; Zabalza, 2016); el ofrecer oportunidad de tratar con dilemas y de investigar situaciones problemáticas (Leite & Hortas, 2016), avanzando hacia procesos innovadores; o su potencial para el desarrollo de competencias (Cardoso, Pereira & Silva, 2015;Gabarda & Colomo, 2019).…”