“…La Organización Mundial de la Salud (OMS), da a modo de prevención unos valores estandarizados entre hombres y mujeres del Índice de Masa Corporal, se estima que por debajo de 18.5 el estado es de bajo peso o Insuficiencia ponderal, de 18.5 a 24.9 es considerado un peso normal, de 25.0 a 29.9 se estima Preobesidad o sobre peso, de 30.0 a 34.9 es de obesidad clase I, de 35.0 a 39.9 es obesidad clase II, por encima de 40 obesidad clase III (Organización Mundial de la Salud, OMS, 2023), a raíz de estos datos se puede encender una alarma preventiva del estado de salud en el cual se encuentra una persona y contrarrestar patologías no transmisibles, pero al mismo tiempo, cabe subrayar que, si no se toman las medidas pertinentes, no se garantiza una retrospectiva al estado anterior del individuo. Uno de los factores que más evidencia las consecuencias de un desequilibrio del IMC en la población estudiantil es el poco rendimiento en el desarrollo de las capacidades físicas, esto trae consigo que también exista dificultad para realizar tareas de la vida diaria (Robles et al, 2018;Posso, 2018;Manangón et al, 2020).…”