Rapid population growth and high management costs have created a narrow window for control of introduced hippos in Colombia

Abstract

The introduction of hippos into the wild in Colombia has been marked by their rapid population growth and widespread dispersal on the landscape, high financial costs of management, and conflicting social perspectives on their management and fate. Here we use population projection models to investigate the effectiveness and cost of management options under consideration for controlling introduced hippos. We estimate there are 91 hippos in the middle Magdalena River basin, Colombia, and the hippo population is growing at an estimated rate of 9.6% per year. At this rate, there will be 230 hippos by 2032 and over 1,000 by 2050. Applying the population control methods currently under consideration will cost at least 1–2 million USD to sufficiently decrease hippo population growth to achieve long-term removal, and depending on the management strategy selected, there may still be hippos on the landscape for 50–100 years. Delaying management actions for a single decade will increase minimum costs by a factor of 2.5, and some methods may become infeasible. Our approach illustrates the trade-offs inherent between cost and effort in managing introduced species, as well as the importance of acting quickly, especially when dealing with species with rapid population growth rates and potential for significant ecological and social impacts.

Breve recuento histórico y una reflexión sobre los hipopótamos del Magdalena Medio colombiano

“…Desde el punto de vista ecológico, se dieron las condiciones para que la población creciera de manera exponencial hasta el día de hoy (Subalusky et al, 2021). Hoy se ha calculado mediante modelos poblacionales que el número de ejemplares se eleva a 100 o más, todos descendientes de aquélla población fundadora de cuatro hipopótamos (Subalusky et al, 2023). Semejante aumento nos enfrenta a un dilema extremo dado el impacto que una población de ese tamaño genera en la fauna y flora de los ecosistemas, así como en los modos de vida y la seguridad de las personas (Subalusky et al, 2021).…”

“…A dichas corrientes de opinión se sumó la evidencia científica que permitió percatarse del tipo de amenazas que surgen cuando no se hace nada para manejar las invasiones biológicas desde una perspectiva ecológica y socioeconómica. En primer lugar, desde la perspectiva ecológica, las amenazas identificadas han sido: 1) la ocupación de los espacios (hábitats) de las especies que habitan en el sitio de llegada (especies nativas), en este caso, hay evidencia de la expansión y ocupación de hábitats en el Magdalena medio (Subalusky et al, 2021, Jiménez et al, 2018; 2) el crecimiento exponencial de la especie invasora y su conquista de los hábitats de otras especies; pues los datos demográficos de Colombia y África indican que los ejemplares de la especie aumentan rápidamente (Subalusky et al, 2021(Subalusky et al, , 2023; 3) la modificación física y química de los hábitats de las especies nativas, ya que hay evidencia directa de la alteración provocada en algunos ecosistemas por los cambios en la composición química de los cuerpos de agua asociados con la presencia de los hipopótamos (Shurin et al, 2020), de la compactación física del suelo y la formación de cárcavas en él.…”

“…Estas amenazas propiciaron los esfuerzos que entre el 2016 y el 2022 desplegaron principalmente CORNARE y, en algunos casos, CORANTIOQUIA, para adoptar medidas orientadas al manejo de la especie, así como para advertir a las comunidades sobre su impacto. Entre dichas medidas cabe mencionar la esterilización y la captura y reubicación, las cuales, infortunadamente, entrañan peligro para los equipos de campo, y son costosas y poco efectivas (Subalusky et al, 2023). En consecuencia, y con base en la evidencia científica, hoy el Ministerio de Ambiente cuenta con una propuesta de plan de manejo cuyos objetivos son, de todas maneras, difíciles de alcanzar por las limitaciones de presupuesto y los requerimientos técnicos para abordar el manejo de esta especie.…”

La importancia de la educación universitaria sobre la biodiversidad de Colombia: perspectivas desde la docencia y el desarrollo sostenible

“…Por ejemplo, la transformación de los ecosistemas naturales en el país ha alcanzado el 34%, siendo especialmente significativa en los bosques andinos y los bosques secos, en donde queda alrededor del 20% y 8% de la cobertura original, respectivamente (Etter et al, 2021). La expansión de especies exóticas invasoras como la rana toro (Urbina-Cardona et al, 2011), los hipopótamos (Subalusky et al, 2019;Castelblanco-Martínez et al, 2021, Castelblanco-Martínez, 2021Subalusky et al, 2023), el caracol africano (Patiño-Montoya & Giraldo, 2020), el pez león (García-Ureña et al, 2015;Chasqui et al, 2020), el ojo de poeta (Quijano-Abril et al, 2021), y el retamo espinoso (Beltrán & Barrera-Cataño, 2014;Ocampo-Zuleta & Solorza-Bejarano, 2017;Fajardo-Ortíz et al, 2022), no solo amenazan la permanencia de especies endémicas o nativas, sino que también pueden generar cambios en diferentes flujos biogeoquímicos, lo cual modifica las dinámicas y los ciclos naturales que se han efectuado desde hace miles o incluso millones de años en diferentes ecosistemas del país. De igual manera, la cacería intensiva y el tráfico ilegal de especies puede generar procesos de extirpación que se reflejan en fenómenos de Empty forest (Redford, 1992;Redford & Feinsinger, 2001, Wilkie et al, 2011, en donde la desaparición de especies o la imposibilidad de que estas desempeñen sus papeles ecológicos, pueden afectar funciones claves en los ecosistemas como la dispersión de semillas y la captura del carbono (Bello et al, 2015).…”

Los hipopótamos introducidos en Colombia: una oportunidad para los estudios biológicos y la educación ambiental

“…Introduced hippos in Colombia: a chance for biological studies and environmental education Los hipopótamos (Hippopotamus amphibius) introducidos en la cuenca interandina del río Magdalena representan un gran problema para la salud de los ecosistemas de Colombia, sus componentes bióticos y el bienestar de varias comunidades humanas. Diversos trabajos han descrito los riesgos potenciales de la introducción de esta especie de gran tamaño (Castelblanco-Martínez et al, 2021) y el manejo inadecuado de las poblaciones establecidas, lo que ha conllevado a un incremento preocupante del número de individuos asilvestrados en la geografía nacional y de los costos requeridos para su control (Subalusky et al, 2023). Aunque expertos y animalistas han hecho varias propuestas de manejo de estas poblaciones exóticas en los medios nacionales de opinión, aún no es claro cuál será el proceder para controlar o erradicar los problemas asociados con su presencia en la región transandina de Colombia.…”