“…Esto ocurrió tanto en las aldeas de los chaná-timbú (latu sensu) como en los primeros asentamientos europeos (por ejemplo CERUTI, 2009;COCCO, 2005;COCCO et al, 2016). En estos, la alfarería mantuvo algunos patrones estilísticos y tecnológicos sin modificaciones como la manufactura de apéndices zoomorfos y diseños realizados con surco rítmico, mientras que otros se combinaron con formas y decoraciones de origen europeo generando un estilo hispanoindígena (CERUTI, 2009). De la misma manera, otros rasgos culturales, tales como la ocupación de zonas inundables, el uso de canoas, los instrumentos de hueso y la subsistencia basada en la pesca, junto a recursos tales como mamíferos semiacuáticos, cérvidos, aves, reptiles, plantas silvestres y cultivadas, también habrían perdurado como lo atestiguan las crónicas de la época (SARTORI, 2015a;APOLINAIRE;BASTOURRE, 2016).…”