“…Las feministas, en este campo, dejan al descubierto la carga sexista y patriarcal que lo ha constituido, identifican las implicaciones teóricas y políticas que esto tiene, y propenden por abordajes que permitan pensar en otras formas de seguridad, que reconozcan a las personas por encima de los Estados, sin ignorar que se encuentran inmersas en construcciones de género, raciales y geopolíticas, entre otras. Aunque los estudios feministas sobre la seguridad no se han desarrollado de manera lineal y homogénea, y no todas las autoras enmarcan su trabajo de forma explícita ahí, un aspecto clave en su argumentación es que el género es conceptual, empírica y normativamente esencial para el estudio de la seguridad (Sjoberg, 2021). Lo que permite ver situaciones que desde otras posturas permanecen invisibles.…”