“…Este sistema agrupa las condiciones ambientales, (como el programa de iluminación, la temperatura, la ventilación, la humedad relativa o la densidad) así como el valor nutritivo de la alimentación. Cada uno de estos elementos, tomados en conjunto o por separado, puede constituir una oportunidad óptima para la producción avícola o convertirse en un factor estresante que causa problemas de salud y disminuye la productividad del animal (Batkowska et al, 2017). De esta forma, mientras que la climatología puede ser considerada un factor despreciable en las producciones de pollo intensivo debido a que las condiciones ambientales (humedad, temperatura y ventilación) de la sala donde se encuentran están bajo control, no ocurre lo mismo en las producciones de campo abierto.…”