“…Por tal razón, se pronostica incremento de la incidencia de manifestaciones emocionales y trastornos mentales (Organización Panamericana de la Salud, 2002). Es necesario resaltar que no todos los signos y síntomas presentes se transformarán en un trastorno de salud mental; muchos serán reacciones normales ante una situación excepcional y ante la que aún existe mucha incertidumbre respecto a su abordaje y tratamiento (Sandoval, O. y Sandoval, D., 2020). Frente a estas circunstancias, ciertos países, como es el caso de Ecuador, cuando este tipo de eventos no se han presentado en mucho tiempo, los profesionales, de manera concreta, los psicólogos, requieren contar con ciertas competencias personales y profesionales que se pongan de manifiesto en acciones y estrategias que emprendan, cuyas repercusiones se verán en el futuro, ya que, en cierta medida, experimentarán lo aprendido en la teoría, en otros casos, recién sentirán la necesidad de capacitarse en este campo, lo que no ocurre en países como Chile, donde la población y los profesionales están experimentados en este campo, siendo esto una necesidad para Ecuador.…”