(1) , ya que es el primer estudio publicado que evalúa la progresión de enfermedad renal crónica (ERC) y sus factores asociados en población peruana (1) . Felicitamos el hecho de que su programa de control mantenga sin progresión o con mejora de la función renal a casi al 70% de sus pacientes. Sin embargo, en el grupo de progresión de la ERC, hay algunos aspectos que consideramos podrían aclararse para la mejor interpretación de los resultados.En primer lugar, la definición escogida para tipificar a los pacientes que progresan. Esta definición es considerada por la Guía de la Kidney Disease Improving Global Outcomes: KDIGO (2) como correspondiente a una rápida progresión de la enfermedad (> 5 mL/min/año) y que se ha advertido como un problema a considerar en pacientes con diabetes tipo 1 (3) . En segundo lugar, nos llama la atención la media de variación de la tasa de filtración glomerular (TFG) entre los que progresan, la misma que en el estudio es de -11,9 mL/min/año, muy por encima del punto de corte definido por la KDIGO como de "rápida progresión" y que no fue comentado por los autores.En tercer lugar, destacase en qué población se presenta esta progresión, ya que en la muestra descrita, el 79,5% de los mismos son pacientes cuya etiología de ERC es la hipertensión, etiología asociada a una progresión de -1,4 mL/min/año según el subanálisis del estudio SHARP (4) . Quizá, el problema radique en la forma en que se definió a los pacientes con esta etiología, ya que se asume que en este grupo la proteinuria asociada a rápida progresión fue de más de 1,5 g/24h, y según el fenotipo para pacientes con nefroangioesclerosis asociada con HTA, la proteinuria máxima no debería ser mayor a 500 mg/24h (5) . Al tener una mayor proteinuria, es posible que se haya dejado de diagnosticar patologías glomerulares con rápida progresión, a pesar de que los autores señalan que fueron excluidos, sin embargo, no describen la forma en que estos se excluyeron.Por último, en el grupo de rápida progresión no se describe si tuvieron episodios de injuria renal aguda, la concomitancia de medicación nefrotóxica o un adecuado control de presión arterial que podría explicar ésta inusual tasa de progresión. A pesar de todo, este importante estudio nos plantea un reto respecto al control de los pacientes con ERC que el resto de instituciones deberíamos imitar.Contribución de los autores: PVC, LAB y PHA colaboraron en la planificación y redacción de la presente carta, así como aprobaron la versión final.
Fuentes de financiamiento: esta carta al editor es autofinanciadaConflicto de intereses: los autores manifiestan no tener conflictos de interés.