“…Por otra parte, el desarrollo profesional del formador se produce por procesos de aprendizaje a través de prácticas reflexivas (Llinares y Krainer, 2006) que, según el modelo desarrollado por Zaslavsky y Leikin (2004), permiten interpretar cómo las interacciones que ocurren en el interior de una comunidad de formadores de profesores de matemáticas ayudan, tanto a los que se incorporan a dicha comunidad como a los miembros experimentados, a crecer profesionalmente. Además, entender el proceso de desarrollo profesional de esta manera es particularmente útil al tratar de entender cómo se llega a ser formador de profesores, proceso que ocurre en el tiempo, y a través de las reflexiones personales que realizan sobre las experiencias que facilitan el aprendizaje a los profesores (Zaslavsky, 2009).…”