Prevention of Infection Caused byPneumocystis cariniiin Transplant Recipients

Abstract

Pneumocystis carinii remains an important pathogen in patients who undergo solid-organ and hematopoietic transplantation. Infection results from reactivation of latent infection and via de novo acquisition of infection from environmental sources. The risk of infection depends on the intensity and duration of immunosuppression and underlying immune deficits. The risk is greatest after lung transplants, in individuals with invasive cytomegalovirus disease, during intensive immunosuppression for allograft rejection, and during periods of neutropenia. Prophylaxis with trimethoprim-sulfamethoxazole (TMP-SMZ) prevents many opportunistic infections, including infection with P. carinii, Toxoplasma gondii, and community-acquired respiratory, gastrointestinal, and urinary tract pathogens. Intolerance of TMP-SMZ is common; desensitization is useful less often in transplant patients than in patients with AIDS. Alternative agents provide a narrower spectrum of protection than does TMP-SMZ and less adequate protection against Pneumocystis species. Clinically, the diagnosis of breakthrough Pneumocystis pneumonia often requires invasive procedures. Strategies for the prevention of Pneumocystis infection must be individualized on the basis of a stratification of risk for each patient.

Pediatric Solid Organ Transplant Infections

“…Eğer nakledilen organ akciğer ise, yüksek immunsüpresyon devam etmek gerekliyse ya da kronik viral enfeksiyon eşlik ediyorsa süre uzatılmalıdır. TMP-SMZ alerjisi olan hastalara dapson, inhale pentamidin ya da atovakuan alternatif olarak verilebilir (15) . Ancak bu etkene karşı kullanılan hiçbir alternatif tedavinin TMP-SMZ kadar etkin olmadığı unutulmamalıdır.…”

Profilaxis de neumonía por Pneumocystis jiroveci en niños y adultos sometidos a trasplante de órganos sólidos y de precursores hematopoyéticos

“…Generalmente, estos efectos son leves y no requieren discontinuación del fármaco. Tiene actividad contra P. jiroveci y T. gondii, pero no tiene actividad antibacteriana 16 . La dosis más efectiva es 1.500 mg/día y sus concentraciones plasmáticas se optimizan si se administra con comidas grasas.…”

“…En un estudio prospectivo de 25 trasplantes renales, 14 trasplantes hepáticos y 5 trasplantes cardíacos, de receptores intolerantes a cotrimoxazol, los pacientes recibieron profilaxis con atovaquona 1.000 mg/día y ofloxacina 400 mg/día durante seis meses; 39 pacientes completaron la terapia sin complicaciones y no se documentó infecciones por P. jiroveci. De los cinco pacientes que discontinuaron la profilaxis antes de los seis meses, dos presentaron intolerancia gás-trica y tres receptores de trasplante hepático desarrollaron enfermedad por P. jiroveci 16 . En un estudio prospectivo, controlado y randomizado, en pacientes sometidos a TPH que recibieron atovacuona 1.500 mg/día con 400 mg de ofloxacina comparado con cotrimoxazol en altas dosis, no se reportó caso alguno de infección por P. jiroveci 17 .…”

“…Las reacciones adversas han sido hipoglicemia, hiperglicemia, tos y broncoespasmo, estas últimas reversibles con terapia broncodilatadora. Al igual que con atovaquona, la administración de pentamidina requiere la co-administración de profilaxis antibacteriana 16 . La Tabla 2.a muestra los medicamentos y dosis utilizadas en profilaxis de P. jiroveci en pacientes sometidos a TOS o TPH.…”

Infecciones más comunes en el paciente trasplantado

“…La profilaxis primaria es beneficiosa en el trasplante pulmonar, en individuos con enfermedad por CMV, durante la inmunosupresión intensa por rechazo, durante los períodos de neutropenia, en el TPH alogénico y en el TPH autólogo ante determinadas enfermedades hematológicas como linfoma, mieloma o leucemia o en pacientes con manipulación del injerto (selección CD34) o que han recibido aná-logos de purinas 139 .…”