P ara todas las personas, la salud mental y física y el bienestar social son componentes vitales inextricablemente ligados. Con el creciente conocimiento sobre esta interdependencia, se puede aceptar de manera evidente que la salud mental es un pilar central en el bienestar general de los individuos, las sociedades y las naciones. La salud mental puede ser definida como el estado de bienestar que permite a los individuos desarrollar sus habilidades, afrontar el estrés normal de la vida, trabajar de manera productiva y fructífera, y hacer una contribución significativa a sus comunidades. No obstante, en la mayor parte del mundo, ni remotamente se le atribuye a la salud mental y los trastornos mentales la misma importancia que a la salud física. Por el contrario, la salud mental ha sido objeto de abandono e indiferencia.Las enfermedades mentales no son solo un problema creciente de salud pública, sino también un problema social y económico que afecta a individuos y familias en todo el mundo. La prevalencia de trastornos mentales, la magnitud de la discapacidad causada por estos trastornos y la utilización de los servicios de estos pacientes han sido bien estudiados en países desarrollados y actualmente comienza a ser una prioridad en los países en desarrollo (1).Según lo informa la Organización Mundial de la Salud (oms), los trastornos mentales están en aumento en todo el mundo. Entre 1990 y 2013, el número de personas con depresión o ansiedad aumentó en cerca de un 50 %, pasando de 416 a 615 millones y cerca de un 10 % de la población mundial afectada, lo cual representaba un 30 % de la carga mundial de enfermedad no mortal.Para el 2001, según la oms, la Carga Global de las Enfermedades se estimó en el 33 % de los años vividos con discapacidad, debido a los trastornos neuropsiquiátricos, además del 2.1 % a lesiones autoinfligidas, con lo cual se llegaba a 35 % del total de la Carga Global. En otro informe reciente, también de la oms, se informa que los trastornos por depresión y ansiedad cuestan anualmente a la economía mundial US$1 billón en pérdidas de productividad.En 2015, los trastornos depresivos representaron, a escala mundial, más de 50 millones de años vividos con discapacidad. Más del 80 % de esta carga de enfermedad no mortal se presentó en países de ingresos bajos y medianos (2). Actualmente, cerca de 450 millones de personas están afectadas por un trastorno mental o de la conducta. A las condiciones neuropsiquiátricas se les