“…Radiológicamente, las metástasis de CHC se acompañan de un patrón osteolítico y destructivo asociado en ocasiones al aumento de tejidos blandos adyacentes (2), que puede simular la diseminación de otras neoplasias de órgano sólido (pulmón, tiroides, riñón) o la imagen característica del mieloma múltiple (3,7). La gammagrafía ósea, por su parte, mejora la sensibilidad diagnóstica respecto de la radiología convencional (9). La determinación de niveles séricos de αFP dentro de los límites de la normalidad no permite excluir la presencia de extensión extrahepática del tumor (6,10), como demuestra la experiencia aportada.…”