“…Este instrumento ha sido ampliamente utilizado en las últimas décadas para evaluar actitudes implícitas acerca de la autoestima (Farnham, Greenwald, & Banaji, 1999) y de los rasgos de personalidad propios (Yovel & Friedman, 2013), de la relación entre los estereotipos de género y la percepción social de la violencia en la pareja (Cantera & Gamero, 2007), de la relación entre tendencias sexuales y personas pedófilas y no pedófilas (Gray, Brown, MacCulloch, Smith, & Snowden, 2005), de la preferencia entre atributos positivos y personas blancas (Dorantes, Ferrero, & Tortosa, 2015) y jóvenes (Nosek, Banaji, & Greenwald, 2002), entre otras. Adicionalmente, se ha demostrado que sus propiedades psicométricas son robustas (e.g., Greenwald, Nosek, & Banaji, 2003;Nosek, Greenwald, & Banaji, 2005).…”