“…Los resultados de este estudio, así como la literatura revisada, permite postular que, como factor de riesgo, se encuentra el gesto deportivo, de manera que si es ejecutado de forma inadecuada puede incidir negativamente sobre las articulaciones, generando síndromes por sobreuso y, en consecuencia, cronificar las lesiones musculoesqueléticas. Otro factor que influye son las alteraciones posturales que se desarrollan en la cotidianidad de los deportistas; de esta manera, una actitud postural inadecuada derivada de desbalances osteo-artro-musculares, generalmente, inciden de manera negativa sobre las lesiones y el dolor musculoesquelético, dependiendo de la biomecánica, tanto estática como dinámica, los cuales, también puede tener un impacto positivo o negativo, a nivel de fuerza muscular, mecánica articular y velocidad en los movimientos (Villaquirán Hurtado & Molano Tobar, 2019).…”