ResumenLa emoción ha sido considerada una reacción global, similar y común ante estímulos desencadenantes, caracterizada por una expresión universal y fácilmente reconocible por cualquier individuo. Sin embargo, las emociones también indican, expresan o revelan significados culturales, así como niveles de internalización de normas y valores en personas y grupos sociales. Esta dualidad se ha visto reflejada desde los planteamientos evolucionistas de Darwin hasta la reciente investigación en torno a la regulación emocional. De hecho, ¿somos realmente capaces de reconocer cualquier expresión emocional aislada de su contexto o cultura? ¿Es la expresión emocional similar, innata e inherente a todo ser humano? ¿Expresarán la misma reacción emocional un occidental que un oriental ante un mismo suceso? En este trabajo, realizamos una revisión sistemática de estudios recientes que, mediante metodologías experimentales originales e innovadoras, intentan responder a todas estas cuestiones. En general, la evidencia empírica indica que la expresión y el ajuste emocional dependen en gran medida del contexto, la cultura y el entorno en el que nos desarrollamos. Igualmente revelan la existencia de discrepancias en la percepción emocional de expresiones faciales, al tiempo que nos muestran diferencias sustanciales en las expresiones faciales, gestos y movimientos corporales entre distintas culturas. Todo ello no hace más que destacar el papel modulador de la cultura sobre las emociones humanas y su regulación.Palabras clave: emociones básicas, influencia cultural, universalidad, expresión emocional.