En el filme Una mujer casada, Jean-Luc Godard recoge las vivencias de Charlotte, una mujer joven parisina que combina su rol de madre con el de amante. A modo de hilo conductor, el realizador emplea los códigos del lenguaje publicitario de los años 60, sirviéndose de planos generales y primeros planos de vallas publicitarias y anuncios de revistas para enfatizar el poder de influencia de la publicidad sobre mujeres como Charlotte. Tomando la figura de Charlotte como referencia, este artículo pretende estudiar cómo el lenguaje publicitario determina el modo en el que las mujeres se perciben a sí mismas. Un análisis acerca a la representación de lo femenino en los medios de masas que emana del trabajo de Ann Kaplan «mirada masculina» (Kaplan, 1983) buscando comprender el alcance social, cultural y económico que tiene la publicidad en la sociedad occidental. Para ello, se ha optado por un enfoque interdisciplinar que parte de la película Una mujer casada para realizar un análisis de la imagen en torno a la representación de lo femenino en los medios franceses de los años sesenta. Asumiendo las diferencias espaciales y temporales entre la sociedad francesa reflejada en la película y la actual, este tipo de aproximaciones permiten conocer la influencia que ha tenido el discurso publicitario de los años sesenta en la conformación actual de los arquetipos de género.