“…Ahora bien, la pregunta es ¿Cómo materializar las biopraxis pedagógicas en un currículo en/con/por/para estudiantes, con sus diversidades y heterogeneidades?, Claro está que tiene que ser, como también lo exponen Ortiz, et al (2018), con la configuración de acciones de enseñanza, aprendizaje y evaluación, que tienen en cuenta al otro, no lo subalternan, no lo zanjan en la periferia, ni lo abandonan en la frontera, sino que lo reconocen y aceptan en la convivencia formativa, en un acto que solo es posible en el amar. Universal como enfoque que nace con la creación de productos y tecnologías de fácil uso, para dar respuesta a los sectores de la población con dificultades de acceso a entornos, productos y servicios, en distintos ámbitos como la arquitectura, el diseño, y ahora extrapolado a la educación, y específicamente al currículo, como Diseño Universal del Aprendizaje (DUA).…”