“…Lo anterior, teniendo en cuenta que Colombia es uno de los países con el índice de desplazamiento forzado más alto en el mundo, inclusive después del país de Sudán, debido al desarrollo del conflicto armado interno (Fontecha, Moreno y Medina, 2010); en donde convergen diversos grupos al margen de la ley como los paramilitares, las guerrillas, el narcotráfico, población civil, políticos y otros; y aunque este conflicto se exacerbó desde mediados de los 80, durante los últimos diez años se ha presentado un descenso ligado a cambios sociopolíticos en el país como nuevas ofensivas militares, la firma del proceso de paz y reglamentación de atención y reparación de víctimas y de la justicia para la paz, que sin embargo no menguan la permanencia de las consecuencias en la vida de la población civil colombiana (Fontecha y Moreno, 2010); coadyuvando esto en el incremento de investigaciones descriptivas y reflexivas que en un 53% no clasifican la población objeto de estudio, y en un porcentaje más bajo refieren víctimas del CAC sin desagregar el grupo etario, aunque un 5% se identifican niños y niñas, mujeres, hombres, familias y las relaciones entre familia y profesionales. Además, en pocas de estas investigaciones se identifican a los participantes por género, aunque predominan las mujeres debido a que el asesinado o desaparecido frecuentemente es el hombre mientras que en pocos estudios se encontraron niños, niñas y adolescentes (Peñas-Felizzola, Gómez-Galindo & Parra-Esquivel, 2015). Así mismo, las investigaciones que describen la población las ubican en zonas veredales y urbanas, siendo las primeras las que incrementan los índices de desplazamiento en la ciudad.…”