“…La heredabilidad estimada para el IEP en vacas de la raza Romosinuano mediante el MLMG fue de 0,0001 ± 0,002 (tabla 3), un valor bajo que indica que la variación de esta variable fenotípica en la población bovina analizada se debe primordialmente al componente ambiental y no al genético. Este valor fue menor y similar al estimado por Ossa et al (2007) en la raza Romosinuano (0,05 ± 0,04), López de Torre y Brinks (1990) en ganado de carne de la raza Retinta (0,0), Vergara (2001) en ganado Cebú (0,00 ± 0,06), Montes et al (2009) en vacas Cebú comercial (0,096 ± 0,08), Wasike et al (2009) en vacas de la raza Boram (0,00), Forni y De Albuquerque (2005) (0,04 ± 0,6) y Grossi et al (2009) (0,04 ± 0,06) en vacas de la raza Nelore, Vergara et al (2016) en ganado cruzado Angus con Brahman (0,003 ± 0,046 y 0,006 ± 0,013), Bekele et al ( 2017) en ganado Boram (0,00 ± 0,03), y Lopez et al (2019) en ganado negro japonés Wagyu (0,01 ± 0,07). Todos estos resultados se obtuvieron mediante la metodología del MLMG.…”