“…Estos privilegios eran numerosos: no podían ser torturados, ni ser destinados a galeras o sufrir azotes y, el más importante para este personaje, no podían ser encarcelados por deudas, salvo las debidas por rentas reales52 , elemento explicativo de la reiterada puesta en libertad del acusado. La fi gura del hidalgo comerciante fue escasa, ya que se les relacionaba más con la administración fi nanciera del Estado53 , sin embargo, la inclusión de individuos hijosdalgo en agrupaciones laborales ha de ser visto como un elemento de prestigio del ofi cio o agrupación gremial.Esto, sin embargo, no le eximió de pagar las deudas contraídas expuestas en el pleito, aunque sí de sufragar las costas del proceso. Lo destacable sería la pérdida del título de hidalgo, proceso de gran complejidad que permanece hoy día como campo demasiado virgen en la historiografía modernista.…”