“…En este contexto, podría evidenciarse que la defensa en un nivel superior siempre sería congruente con una ofensiva en un nivel inferior. En última instancia, el propósito de las operaciones militares sería político; por lo tanto, el definir un objetivo ofensivo o defensivo dependería de las concepciones políticas, tanto éticas como legales (Frühling, 2009). En este orden de ideas, la estrategia de defensa podría implicar acciones ofensivas; en un compromiso defensivo, el propósito del elemento de retención sería absorber el empuje del enemigo, mientras que el elemento de ataque se dirigiría hacia el enemigo, antes de que pueda explotar cualquier avance.…”