Introducción. El cáncer es una de las principales causas de morbimortalidad del mundo. El tratamiento debe ser abordado desde el punto de vista biopsicosocial. A día de hoy devolver la calidad de vida al paciente oncológico es una prioridad. La toxina botulínica se considera un fármaco seguro que puede combinarse con la radioterapia y la quimioterapia. Actualmente se está observando su utilidad a nivel nociceptivo, antiinflamatorio y postquirúrgico. El objetivo es verificar la contribución de la toxina botulínica A (TBA) al aumento de la calidad de vida e investigar su perfil de seguridad en el paciente oncológico. Material y método. Se ha efectuado una búsqueda de artículos en las principales bases de datos, desde 2002 hasta 2022, a través de términos específicos para esta revisión. Así mismo, se limitó la búsqueda empleando criterios específicos de inclusión/exclusión. Resultados. Se encontraron 58 artículos, de los que 24 se consideraron relevantes para alcanzar los objetivos propuestos. Conclusiones. La seguridad y eficacia del uso de TBA en pacientes oncológicos está avalada científicamente, mostrando un buen perfil de seguridad. No obstante, deben conocerse sus límites, interacciones e indicaciones para contribuir a la mejora de la calidad de vida en cada paciente.