El presente texto proporciona algunos elementos de reflexión sobre los axiomas del capitalismo que permiten decodificar todos los códigos de las sociedades llamadas “salvajes” y realiza las promesas de poder de las sociedades despóticas, o “bárbaras”, actualizando parcialmente los delirios autárquicos de grandeza de los Estados modernos. Simultáneamente, el capitalismo genera una multiplicación de las fracturas territoriales y de globalizaciones de toda índole. En esta decodificación total de valores, los flujos (sociales, económicos y políticos) liberados por el capitalismo titubean entre una decodificación que conduciría, por un lado, a una “desterritorialización” radical de los procesos y, por otro, a una reaparición y reactualización conservadora de esos flujos producidos por el proceso mismo de “creación destructiva”.