Novel Eco-friendly Mitigation Strategies for Managing Oil Spills and Municipal Waste Dump Site Leachates

Abstract

Despite the recent preference for renewable energy due to environmental and climate-related gains, the global demand for liquid petroleum has not declined. Quite a number of oil spill events are being reported regularly. Therefore, concerted efforts at ensuring the drastic minimization of associated environmental and health consequences are urgently required. In order to return an oil-polluted environment to its prepolluted state and to comply with local and international regulations, eco-friendly methods are being sought for oil spill management. As the number of humans on Earth continues to rise, the volume of municipal waste generated per human is increasing proportionately that makes eco-friendly mitigation strategies relevant and important to save the planet. Therefore, this chapter will briefly review the basic mechanisms and health and environmental impacts that tag spilled crude oil and municipal waste leachates as important environmental pollutants. Relatively recent studies on novel eco-friendly techniques designed to optimize the mitigation of oil spills and municipal waste leachates will be explored. In addition, novel strategies of extracting metals from leachates will be examined. This chapter provides both theoretical and practical ecofriendly solutions/recommendations to optimize the management of oil spills and dumpsite waste leachates, which require urgent global attention most especially in developing countries.

Remoción de metales pesados (Cr+6, Ni, Zn) de lixiviados del Relleno Sanitario de la ciudad de Veracruz, México con barreras reactivas permeables de arena sílica

“…Los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) conocidos como basura o desechos se generan en los hogares como resultado de las actividades domésticas, comerciales y de servicios públicos y están compuestos por productos de consumo, así como sus envases, empaques o embalajes entre los que se encuentran componentes orgánicos como el papel, el cartón, la madera, restos alimenticios e inorgánicos como el vidrio, el plástico y los metales (SEMARNAT, 2017). Cuando los R.S.U son dispuestos de manera inadecuada contaminan el aire, el agua y el suelo, ya que debido a que su descomposición se generan gases como el dióxido y el monóxido de carbono, el metano y el ácido sulfhídrico que en conjunto son denominados biogases; compuestos orgánicos volátiles como hidrocarburos aromáticos policíclicos, dioxinas, furanos y un líquido altamente tóxico denominado lixiviado (Kaza et al, 2018;Vian Perez et al, 2019), estos componentes impactan a la salud humana y representan un problema ambiental a nivel mundial (Iqbal et al, 2020), Los lixiviados de los sitios de disposición final de los R.S.U se generan como consecuencia de la percolación del agua de lluvia a través de los residuos (Kankanige et al, 2019) y consisten en una serie de contaminantes cuya composición varía mucho dependiendo de las características específicas del lugar, de la etapa de degradación, la variación climática, del tipo de desechos y las instalaciones para la disposición (Macaulay et al, 2018) entre estos los más peligrosos son los metales pesados que se acumulan en el suelo y en el agua subterránea (Raisi et al, 2014).…”