Los estudios sobre el estamento notarial han ido aumentando en las últimas décadas. Sin embargo, la figura de los escribanos reales o de los Reinos ha sido tratada, en ocasiones, de manera más secundaria. Al no estar adscritos a una ciudad ni a un escritorio específico sus competencias estaban muy limitadas y entraban en constante conflicto con los escribanos de Número y los del Cabildo municipal, como analizaremos en este artículo, centrándonos en la Málaga del siglo XVII.