“…Además, decidir sobre lo bueno y lo malo genera "respuestas homeostáticas diferenciadas entre lo eficiente y lo no eficiente", obligando a fomentar sistemas éticos esenciales de normas sociales convertidas en códigos, normas o leyes (11) que posibilitan la convivencia grupal, estableciendo normas de conducta y solidaridad social (14,15) . En este sentido, las neuronas espejo permiten comprender las conductas morales al ser sustento de la empatía y los marcadores somáticos que son los responsables de diferenciar conflictos éticos referidos a lo bueno-malo o recompensacastigo al confrontarlas con experiencias previas similares (14,16,17) y comprender que el "significado de la vida solo se adquiere por los valores intrínsecos …que se construyen a través de los deberes, siendo la función de la ética educar en la gestión razonable o prudente de la vida" (17) y en la responsabilidad frente a los otros (10) , formando ciudadanos justos con valores morales para una sociedad pluralista y democrática, toda vez que las decisiones y el comportamiento deben sustentarse en la moral y en la ética que dan las normas que rigen la conducta encaminadas al bien común y sus valores (11,14,16,18) toda vez que lo técnicamente bien realizado, no siempre es éticamente correcto (19) . Por tanto, las decisiones no tienen que ser naturales, sino responsables y morales, tomadas libremente en su condición de ser, un ser moral, que rinde cuenta de sus actos ante sí y ante la sociedad, dado que "la conciencia moral es el juicio de la propia razón sobre la moralidad" de las propias acciones, al tener toda acción humana una dimensión ética (19,20) .…”