“…Y menos comunes son la presencia de nódulos, consolidación seudotumoral, adenopatías mediastínicas, secuestro pulmonar o derrame pleural. Las lesiones suelen detectarse en la zonas más declives, generalmente en las regiones posteriores de los lóbulos inferiores (1,5,11). La tomografía computerizada (TC) torácica permite detectar imágenes de densidad grasa intraparenquimatosas (12) que pueden variar de distribución por los cambios posturales (13).…”