En el diálogo entre Paul Ricoeur y Jean-Pierre Changeux, publicado como La naturaleza y la norma (2001), se discute la relación entre la narrativa, la neurociencia y la filosofía. Ricoeur defiende un dualismo semántico que separa los discursos sobre el cerebro y el cuerpo propio, mientras que Changeux busca una intersección entre ambos. Aunque aún no se haya logrado una conexión definitiva entre el conocimiento narrativo y los procesos neuronales, la modelización explicativa enriquece nuestra comprensión del fenómeno narrativo. Ricoeur sostiene que la narrativa es fundamental para la formación de la identidad personal, argumentando que esta se construye a través de historias sobre uno mismo. Sin embargo, reconoce que estas historias no son totalmente controladas por el individuo, sino que están influenciadas por diversos factores. Haremos un breve repaso de los pilares de la teoría narrativa ricoeuriana para poner de manifiesto que se corresponden con los intereses de las investigaciones actuales en el campo de la neurociencia. Asimismo, recorreremos ciertos trabajos dedicados a la teoría narrativa desde la neurociencia de la última década para actualizar el estado de la cuestión y poder renovar el diálogo entre hermenéutica y “neuro-narrativa”. Mostraremos que la adopción por parte de la neurobiología del vocabulario, así como de los intereses de ciertos humanismos filosóficos y literarios, por un lado redimensiona las expectativas de las neurociencias y, por otro lado, tienden hacia la interdisciplinariedad. La narratología y la neurociencia encuentran puntos de encuentro en la cognición narrativa, que emerge de procesos neurobiológicos y es incompatible con una visión estática e inflexible del ser humano. La conexión entre el plano neurofisiológico y el plano filosófico permite una interpretación más amplia y profunda de la experiencia humana y la formación de la identidad personal.
En resumen, el diálogo entre la narrativa, la neurociencia y la filosofía revela la complejidad del ser humano y su identidad, destacando la importancia de una perspectiva interdisciplinaria para abordar estos temas. Aunque aún existen desafíos para establecer una conexión definitiva entre el conocimiento narrativo y los procesos neuronales, se han identificado vínculos que enriquecen nuestra comprensión del fenómeno narrativo y la formación de la identidad personal. En conclusión, sugeriremos que no tiene sentido en este contexto actual, más de veinte años después del diálogo entre Ricoeur y Changeux, sostener un dualismo de ningún tipo.