“…La reinvención del saber no abre espacios a la apropiación cultural, pues son las mismas comunidades colonizadas y colonizadoras las que incitan en reciprocidad el sincretismo que da lugar a la configuración de identidades emergentes post-colonialistas (Casas-Mas, 2018), lo que implica dejar atrás el activismo postdesarrollista para avanzar hacia modelos pedagógicos auténticos, duraderos, vivos, afectuosos, comunitarios, genealógicos y orgánicos (Boscarino y Saraviac, 2021;Kippen, 2002;Schluchter, 2011;Weidman, 2012). Por ende, la población mestiza debería poder acoger libremente el capital sociomusical sincrético (Ponce, 2020) porque son el ejemplo vivo y orgánico de la interculturalidad y la post-etnicidad.…”