“…Así, entre los artículos revisados se hacen evidentes las dificultades de acceso de los pacientes a la psicoterapia presencial, ya sea debido a la movilidad reducida del grupo de pacientes (Martínez et al, 2014), a la residencia en un país extranjero en el que el idioma hablado no es el mismo que el del país de origen (Osma et al, 2016), a la necesidad de un profesional especializado en una patología concreta (Martínez et al, 2014), o al alto coste económico o temporal para acceder al espacio físico de la consulta presencial (De Las Cuevas et al, 2003). Osma et al (2016), señalan como principal inconveniente, una mayor inversión de tiempo al tener que entrar en mayor detalle con el paciente acerca de las condiciones de la intervención (condiciones de conexión, método de pago o confidencialidad). Por el contrario, el paciente de dicho estudio destaca la flexibilidad, la comodidad y el ahorro de tiempo, como una gran ventaja del uso de la videoconferencia para la atención mental.…”