Molina fue un intelectual de primera fila, riguroso naturalista y helenista que empleaba muy poco los mitos en sus tratados científicos, como el Saggio sulla storia naturale del Chili. Otra cosa son los dos tomos de deliciosos ensayos o eruditas conferencias, Memorie di storia naturale, donde aparecen frecuentes y oportunas alusiones a los mitos y a la evolución de las especies, anticipándose a Darwin. Molina fue el jesuita expulso chileno que, por su formación y cultivo permanente del latín y del griego, estuvo en las mejores condiciones para sembrar sus escritos de referencias mitológicas y culturales grecolatinas.