“…En este punto se abordan tres ejemplos: el primero es sobre la manera como la práctica de las desapariciones forzadas afecta la elaboración de duelo en las familias, que, al no tener un cuerpo (Bustamante-Brauning, 2022), utilizan la fotografía y los nuevos medios para los rituales de recuerdo, a la vez que exigen responsabilidad en el presente y en el futuro. El segundo caso es sobre los nuevos tipos de mediaciones con los dispositivos móviles y las aplicaciones de realidad aumentada que permiten cartografiar y vivir una experiencia en el casco urbano de la ciudad de Narva (Hansar y Ibrus, 2023), destruida por bombardeos en la Segunda Guerra Mundial, donde la nostalgia por su antigua apariencia arquitectónica y estatus industrial no ha podido ser superada y gracias a estos dispositivos visitantes y residentes pueden vivir una experiencia inmersiva. El tercer caso es sobre el empleo de la realidad aumentada recreando ocho espacios narrativos extraídos de textos literarios sobre la base de elementos arquitectónicos (Moira y Makris, 2018) que, además de mitigar impactos ambientales negativos, se presentan como una recontextualización creativa de contenidos narrativos dentro del espacio urbano y refuerzan la memoria cultural como parte de la memoria colectiva.…”