Este artículo tiene como objetivo fundamental analizar las bases de una apreciación estética de los animales en clave no antropomorfista, una con la que valorarlos en sus propios términos. Otras apreciaciones tienen un fundamento antropomórfico: la concepción de los animales desde el modelo artístico o desde nuestras necesidades evolutivas, por ejemplo. El contexto de esta investigación es doble: por una parte, la actitud antropomórfica dominante en la cultura moderna y, por otra, las nuevas iniciativas artísticas y culturales alejadas de la comprensión del ser humano como centro de todo lo que existe. La metodología empleada en este estudio es hermenéutica y dialéctica. Hermenéutica porque pretende, ante todo, comprender estas nuevas manifestaciones estéticas animalistas, y dialéctica porque para comprenderlas establecemos un debate crítico con las anteriores posiciones antropocentristas. La conclusión del trabajo es que la apreciación estética de los animales no antropomorfista solo puede fundarse en una ética animalista. Para lograrlo, es necesario, primero, tener conciencia de nuestra tendencia antropomórfica. Y, segundo, adoptar una ética empática que nos permita acceder al punto de vista de los animales, porque solo así podremos percibirlos en sí mismos.