“…Algunas de las bacteriocinas identificadas y aisladas de bacterias presentes en nichos marinos son principalmente aisladas de corales blandos (Sarcophyton glaucum Quoy & Gaiward, 1833) (EIahwany et al, 2015), trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss Walbaum, 1792) (Lobos et al, 2017), pez negro japonés (Sparus macrocephalus Basilewsky, 1855) (Zhang et al, 2013) e invertebrados marinos (ostras, briozoos, moluscos, tunicados, erizos de mar, algas y esponjas de mar) (Christensen & Martin, 2017;Desriac et al, 2010). Entre las bacterias aisladas de fuentes marinas y con capacidad de producir compuestos antimicrobianos se encuentran: Bacillus subtilis, Aeromona hydrophila, Clostridium butyricum, Vibrio fluvialis, Vibrio mediterranei (Pujalte & Garay, 1986), Actinobacterias (Gillor et al, 2008;Desriac et al, 2010) y bacterias del ácido láctico (BAL) presentes en la microbiota gastrointestinal de los peces como son: Lactobacillus acidophilus, Streptococcus, Carnobacterium maltaromaticum, Carnobacterium divergens, Leuconostoc lactis, Lactococcus lactis y Enterococcus faecium (Zhang et al, 2013;Gómez-Sala et al, 2015;Lobos et al, 2017), teniendo este grupo de bacterias una mayor capacidad de ser utilizadas como parte de un método de bioconservación por su categoría GRAS (Generally Recognize As Safe, por sus siglas en inglés). moto, Nakamura & Takizawa, 1961;Sakazaki, 1968) Streptococcus iniae, Carnobacterium piscicola, y Yersinia ruckeri (Desriac et al, 2010;Muñoz-Atienza et al, 2013;Watts et al, 2017).…”