Todas las especialidades con el transcurrir del tiempo han ido evolucionando y el tenis de campo no es la excepción; hoy en día son notorias las altas exigencias físicas que demanda un partido de competencia, varios jugadores han aceptado el hecho de no poder cumplir con sus tareas técnico-tácticas, estrategias planteadas y mantener su capacidad psicológica sin contar con un rendimiento adecuado. Actualmente, el tenis de campo debe desarrollar de manera conjunta la condición física del deportista y los aspectos psicológicos, ya que no es conveniente para ningún equipo de trabajo que practique este deporte que su jugador llegue a todas las pelotas, sin embargo, su toma de decisiones y los golpes no sean acertados, llevando a un resultado de perdida de los partidos por errores no forzados.