“…Cuando los cálculos son muy grandes y coraliformes (llamados así por la forma, y su tamaño superior a 2 cm), cuando existen casos de riñones trasplantados, hay anomalías anatómicas renales u obesidad, se recomienda que la extracción sea a través de un procedimiento denominado nefrolitotomía percutánea (Martín & Torres, 2002). Este procedimiento consiste en realizar una pequeña incisión en la espalda para introducir un nefroscopio, y extraer los cálculos renales (Makhoul et al, 2006). Ahora bien, aunque este es un procedimiento seguro y confiable (Martín & Torres, 2002), también se encuentra que las complicaciones más comunes tales como sangrado o perforación interna, pueden depender de la técnica de punción o el número de punciones requeridas, es decir con la práctica en sí misma de quien realiza la intervención, según reportan Maldonado-Alcaraz, García, Moreno-Palacios, & Serrano-Brambila (2014).…”