“…En este apartado nos centramos en tres de ellos, el remendar, el embellecer y el abrigar, y en las formas en que están presentes en las narrativas de las mujeres de cada colectivo como categorías propias que emplean para explicar y articular sentidos sobre su experiencia en medio del conflicto. El remendar aparece como un hacer autogestivo y de recuperación creativa y funcional que permite contener la materialidad que se ha roto y con ello contener también el dolor del daño (Babcock, 2008;Pym, 2018); de ahí que el remiendo y quienes remiendan están fuertemente vinculados con diversas prácticas de cuidado. El embellecer es característico de haceres textiles como el bordado y el tejido, y puede definirse como una cualidad estética y creativa en sí misma, en el sentido de que se va componiendo en la realización de las piezas y que, al tiempo que genera belleza en lo que se hace, da seguridad y confianza a quien lo hace (Favaro, 2010;Murphy, 2003;Parker, 1984).…”