“…También proporciona a los inversores información de la empresa sobre datos ecológicos, económicos y sociales (Clarkson et al, 2008) y, además, aumenta la rendición de cuentas a las partes interesadas, en lugar de ser una herramienta puramente de relaciones públicas Cho, Michelon & Pattern, 2012;Fonseca, McAllister & Fitzpatrick, 2014;Hahn y Kühnen, 2013;Junior, Best & Cotter, 2014;Perego y Kolk, 2012). Los informes de sostenibilidad atraen a una audiencia más amplia que los informes financieros o de gobierno corporativo (ver, por ejemplo, GRI, 2013;Smeuninx et al, 2016), siendo de interés para las partes interesadas en el sentido más amplio del concepto de partes interesadas, que, como establece dicha teoría, incluiría a aquellos que podrían verse afectados positiva o negativamente por las operaciones corporativas, incluso si no participan directamente en ellas (Sacconi, 2004;Smeuninx et al, 2016). Los estudios han confirmado un aumento en los informes de desempeño ambiental y social (Morhardt, Baird & Freeman, 2002;O'Dwyer & Owen, 2005), que se está convirtiendo en una práctica empresarial global dominante (Kolk, 2010;Van Wensen, Broer, Klein & Knopf , 2011).…”