“…7. El considerable desarrollo que han experimentado los instrumentos de medida en las ciencias sociales, desde las primeras escalas de Borgadus, Thurstone, Spearman o Lieckert hasta los más recientes trabajos de Clogg (1979), Crouse et al (1979), Quaile Hill (1980) y Schuessler et al (1978, pasando por las aportaciones conocidas de Guttman, Coombs, Lazarsfeld o Torgeson, han contribuido a plantearnos seriamente la posibilidad de medir válidamente muchos fenómenos sociales que se venían considerando como intrínsecamente inmedibles. Como dice Bunge (1962), «no subject matter is inherently rebellicus to mathematical treatment».…”